Belerofonte y Pegaso (Javi)

Pegaso, un caballo de pura sangre, que habitaba en el monte de Helicón, era deseado por muchos jinetes, pues el bello animal en su galope, representaba la belleza y libertad, proporcionando una estética perfecta en sus elegantes movimientos. Sin embargo tenía la peculiaridad de que nadie podría hacerse con él.
Un día Belerefonte, un experto jinete, considerados por muchos como un magnífico domador de caballos, observó la estampa de Pegaso en un prado, quedando absorto por la figura de tan bellísimo ejemplar, nació en él un deseo de poseerlo. Desde ese mismo instante deseó buscar la fórmula de obtener el dominio que generaba la fuerza y elegancia que Pegaso representaba.
Poco a poco intentaba ganarse su confianza, ofreciéndole comida y demostrándole su cariño. Cuando el animal captó el amor que desprendía Belerofonte, se dejó tocar en unos de sus acercamientos. En ese instante, se produjo en el jinete unos sentimientos que nunca antes había apreciado por otro. Ocurrido esto jinete y caballo lograron la armonía y compenetración que se fundían en un solo ser. Cuando Belerofonte logro montarse en el caballo bajó toda colina siendo contemplado y envidiado por todo el pueblo.
Ambos consiguieron importantes triunfos en las carreras de caballos, siendo imbatibles por cualquier otro.