Cupido y la química. (Javi)

Esta es la historia de Rodrigo, que concentrado en su vida laboral había renunciado a su vida sentimental. Nunca había tenido una relación estable con una mujer. Contaba con treinta y tres años y ante su mirada su vida se había convertido en una monótona rutina, trabajo-casa y casa-trabajo. La vida en su plenitud se le pasaba por delante y ni siquiera pensaba en dar un giro a la misma.
Una noche un amigo le telefoneó y le invitó a cenar a una terraza ubicada en Las Palmas, y así reunirse con un grupo de personas. Él arregañadiente aceptó. Aquella noche, cuando se acercaban a la terraza y al encontrarse con el resto del grupo sus ojos se centraron en una chica, Laura, la cual le causó un fuerte impacto, era como si la feromonas le atrapara. Esa noche la química surgió; y el caso es que su timidez le coaccionó.
Él sabía que tendría que solicitar ayuda a alguien para lograr conquistar el corazón de Laura, así que pensó en un común de ambos, que se llamaba Enric Cupido.
Cupido era considerado por muchos como un experto en ligues y conquistas.
Rodrigo visitó a Cupido y le puso al corriente de lo que le sucedía con Laura. Cupido le dio como primer consejo que siempre sea él mismo y que nunca intente aparentar lo que no es. Aprendida esta lección le enseñó unas cuantas técnicas: cómo empezar una conversación con ella, siempre tener algo que decir, mirarla siempre a los ojos y no desviar su mirada a sus…etc.
Así pues Cupido planificó meticulosamente una serie de encuentros accidentales entre ambos y Laura empezó a simpatizar con Rodrigo.
Sucedían los días y a Rodrigo no le hizo falta asistir a ninguna clase de Cupido puesto que la química del amor había provocado la reacción entre ambos.
La primera flecha que había lanzado Rodrigo a Laura fue en aquella noche en la terraza. Llegando hasta tal punto que hoy día forma una bellísima pareja.